domingo, 27 de abril de 2014

C. Dolores Escudero: Salmo 151


SALTERIO QUE ANUNCIASE


libro flotante


En la aurora. Así también extraños y ungidos, vivos o muertos de memoria, empiezan los navegantes: dibujando con horroroso trazo la ruta de su sueño. Se angostaran las aguas de la mar. Circular y achatado de polos. Tuyo es el primer mapa, el que importa. Deja que luego venga el cartógrafo con sextante y en líneas corrija de quien ha perdido el sueño primigenio.
Déjalo alardear su trazo firme ganado entre diluvios y sequías.
Déjalo sentir que ya no tiembla ante nada.
Déjalo tomar otro lienzo (hilo lugar en hilo) y dibujar las dos orillas, los nombres de ciudades que cree conocer, una y dos y tres veces recorridas.
Pero guarda el primer mapa, el tuyo, y no el otro que el cartógrafo mejoró creyendo que era el verdadero. En la aurora camino. Ruta. Meta y fin.
En la aurora.
Sabiduría.
En la aurora. Así también extraños y ungidos, vivos o muertos de memoria, empiezan los navegantes: dibujando con titubeante trazo la ruta de su sueño. Se evaporarán las aguas de la mar. Abrirán sus bocas contra mí. Tuyo es el primer mapa, el que importa. Deja que luego venga el cartógrafo con su ceguera y en blancos corrija de quien ha perdido el sueño primigenio, y ha recibido el sueño de la muerte.
Déjalo derramar su trazo firme ganado entre mareas y desiertos.
Déjalo sentir que ya nos consume tu ira.
Déjalo tomar otro lienzo (hilo lugar en hilo) y dibujar las dos orillas, los nombres de los ahogados bautizados en tu nombre que cree conocer.
Pero guarda el primer sueño, el tuyo, y no el otro que se derrite en las entrañas.
En la aurora camino. Ruta. Meta y fin.
De la aurora.
Sabiduría.